Cuidar la salud para prevenir enfermedades
La carga de enfermedades crónicas no transmisibles se está haciendo intolerable, tanto para los pacientes y sus familias que las padecen, como para el sistema de salud, que debe asistirlos
En este escenario, paradójicamente, la medicina del futuro es aquella que pregona el concepto más antiguo y esencial de la salud: la construcción de un estilo de vida saludable.
La Medicina de Estilo de Vida (MEV) es un enfoque de la medicina basado en evidencia que busca prevenir, tratar e incluso revertir enfermedades reemplazando conductas no saludables por saludables - tales como nutrición balanceada, estar físicamente activo, aliviar el estrés, evitar el abuso de sustancias peligrosas, dormir adecuadamente y tener un sólido sistema de apoyo emocional.
¿Cuál es la influencia del Estilo de Vida en las principales enfermedades crónicas?
Es un hecho aceptado que la Diabetes es una enfermedad predominantemente derivada de estilos de vida caracterizados por las pobres elecciones alimenticias y el sedentarismo, y que entre el 90% y 100% de los casos de Diabetes tipo 2 se pueden prevenir con hábitos saludables.
Como ejemplo, un estudio prospectivo de 23,000 participantes evaluó el cumplimiento de 4 recomendaciones simples: No consumo de tabaco, 30 minutos de ejercicio 5 veces por semana, manteniendo un IMC de menos de 30 kg / m2 y una dieta saludable basada en plantas. Los participantes que se adhirieron a estas cuatro recomendaciones tuvieron una disminución general del 78% en el riesgo de desarrollar una afección crónica durante un período de 8 años. Además, en los participantes que se adhirieron a estas recomendaciones, hubo un 93% menos de riesgo de diabetes, un 81% menos de infarto de miocardio y un 36% menos de riesgo de desarrollar cáncer.
La Medicina de estilo de vida se centra en 6 áreas para mejorar la salud:
Nutrición: Elija alimentos integrales a base de plantas que tengan alto contenido de fibra, que sean nutritivos, que promuevan el bienestar y combatan enfermedades. Considere el consumo de verduras, frutas, porotos, lentejas, granos integrales, nueces y semillas como su objetivo dietético.
Ejercicio: La actividad física regular y constante que pueda realizar diariamente, como caminar, jardinería, flexiones y estocadas, son una parte esencial en la ecuación para una salud óptima.
Tabaco: Los peligros del consumo de tabaco incluyen un aumento en el riesgo de muchos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El asesoramiento para dejar de fumar, además de medicamentos cuando sea necesario, ayuda a los pacientes a dejar el hábito con éxito.
Sueño: La falta o mala calidad de sueño puede llevar a una disminución en la capacidad de recuperarse de una enfermedad, un sistema inmune débil y a enfermedades crónicas. La medicina de estilo de vida identifica comportamientos alimenticios, ambientales y de afrontamiento para mejorar la salud del sueño.
Aliviar el Estrés: El estrés puede guiar al mejoramiento de la salud y productividad, o también a tener ansiedad, depresión, obesidad, disfunción inmune. Ayudar a los pacientes mediante mecanismos de afrontamiento y técnicas de reducción de estrés, los lleva a reconocer las respuestas negativas del estrés y mejorar su salud y bienestar.
Relaciones Interpersonales: Sentirnos conectados socialmente es esencial para nuestra resiliencia emocional y salud en general. Los estudios demuestran que el aislamiento y la soledad se asocian con una mayor mortalidad y morbilidad, especialmente entre las personas que ya han sido diagnosticadas con afecciones relacionadas al estilo de vida.
¿Te animás a mejorar? ¡Nunca es tarde para iniciar cambios en tus hábitos!